La Estación Biológica Internacional (EBI) se constituyó en 2002 con el apoyo del ICNF junto a tres universidades europeas y en 2006 fue ratificada oficialmente por los Ministros de Exteriores de España y Portugal. Para salvaguardar su independencia política y medioambiental, sus trabajos de investigación y conservación de hábitats y especies, se financian a través de sus propios proyectos de ecoturismo.